Viajera denuncia corrupción en aduana de Sonora ¡Cobran cinco dólares por pasajero para no revisar maletas en Nogales!
Una ciudadana viviendo en el extranjero compartió en redes sociales su testimonio de corrupción de las autoridades aduanales de Sonora cuando viajaba en un camión de transportes TUFESA desde Phoenix a Sonora.
“Crucé la frontera de Estados Unidos y llegando justo a la aduana de Nogales, alrededor de las siete quince de la tarde se estacionó el camión y con el consentimiento del chófer, en lugar de que se subiera un soldado para anunciar revisión y pedir a pasajeros que bajen sus pertenencias, se subió un hombre joven. Se colocó en la puerta que divide la cabina del chófer y pasajeras/os y en voz alta preguntó si estaban de acuerdo en pagar cinco dólares por persona para evitar la revisión de las maletas”, señala.
“El chofer, él y otros estaban acordando que se bajarían unos ocho hombres con sus maletas nomás para hacer una bolita de gente y que se vea como si sí hubieran hecho revisión. O sea pura simulación. Emperrada me paré y les dije, yo no voy a pagar nada y voy a bajar mis maletas para revisión”, continúa el relato.
No se esperaban una reacción en contra
Luego de negarse a pagar, descendió del transporte para acercarse a los soldados y exigir que se hiciera la revisión de rutina, con la amenaza de reportar después documentar con fotos y video todo lo sucedido.
“Empezaron cuchicheos entre ellos, los soldados, el chofer y el que pidió el dinero. -Sí, van a tener que bajar todas las maletas para revisión. Le dijo a los otros muy a fuerzas. Yo empecé a tomarle fotos y video al chofer, al que pidió el dinero y al soldado encargado. El fulano empezó a gritar “oficial, oficial me está grabando”. El soldado se atrevió a preguntarme ¿señora, está grabando? -¿Por? -Está prohibido grabar mire, aplica una multa, me dijo señalando un letrero. -¿Ah conmigo si se pone muy picudo, muy legal, pero se queda callado para cobrar por no revisar? No pos qué bien hace su trabajo, tantita vergüenza, ¿no?”.
Decepcionada de lo vivido, se esperó hasta que cerraron la puerta del maletero por miedo a que las autoridades le “sembraran” algo por alzar la voz.
“Así fue la bienvenida a mí país. Ya recordé por qué me cansé, por qué me fui. Una no descansa, una vive en modo emperrada, no hay paz, seguridad, libertad. No soy de las que ven y callan, sufro muchos corajes y no, no me gusta vivir así. Por eso me fui, mis regresos intermitentes son por la gente que amo”.
Tomado del muro de Luz de Luna