Obligan a empleados de call center a seguir trabajando al lado de una compañera muerta
Trabajadores de Konecta, un call center de Madrid, España, fueron obligados a seguir recibiendo llamadas y laborando a pesar de que en un cubículo, en el mismo piso, se encontraba una compañera muerta.
La trabajadora se llama Inma, de 56 años, y falleció el 13 de junio ante la mirada atónita de sus compañeros.
Para su horror, los supervisores les pidieron seguir desempeñando sus funciones mientras retiraban el cuerpo, proceso que duró al menos un par de hora.
Al conocerse la noticia, Konecta emitió un comunicado en donde indica que nunca se obligó a nadie a quedarse sino que se les ofreció seguir trabajando desde sus casas.